La hipertensión pulmonar (HP) afecta las arterias pulmonares y causa presión arterial alta. Las arterias pulmonares transportan la sangre desde el ventrículo derecho del corazón hasta los pulmones, pero cuando se ven afectadas por la enfermedad, se estrechan y engrosan. Los corazones de los pacientes con hipertensión pulmonar necesitan trabajar más para bombear correctamente la sangre, lo que los agranda, los debilita y los hace más susceptibles a complicaciones que podrían incluir insuficiencia cardíaca derecha.

El diagnóstico, manejo y pronóstico de la hipertensión pulmonar están estrechamente relacionados con las causas de la enfermedad, pero no se conocen por completo. Puede desarrollarse como consecuencia de alteraciones en las células que recubren las arterias pulmonares con o sin causa conocida o como resultado de otra condición.

La apnea del sueño, una enfermedad del sueño potencialmente grave que hace que los pacientes dejen de respirar repetidamente durante períodos cortos de tiempo mientras duermen, se encuentra entre las enfermedades más comunes que causan hipertensión pulmonar. Se sabe que la apnea del sueño contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares e hipertensión pulmonar. Ocurre porque la enfermedad aumenta el riesgo de hipertensión, enfermedad vascular pulmonar, cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca congestiva y arritmias. El aumento de la presión de la arteria pulmonar está relacionado con la desaturación de oxígeno arterial nocturna repetitiva y la hipercapnia, además de grandes oscilaciones de presión negativa intratorácica.

Debido a que la enfermedad causa los efectos repetidamente, da como resultado una remodelación vascular pulmonar, hipertensión pulmonar sostenida e hipertrofia del ventrículo derecho, como se demostró en pruebas con roedores. Ambas condiciones comparten una serie de factores de riesgo que incluyen la edad, el género, la obesidad, la diabetes y la hipertensión.

Entre el 17 % y el 53 % de los pacientes que padecen apnea del sueño también desarrollan hipertensión pulmonar. La presencia de ambas condiciones hace que el paciente sea más susceptible a insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular o muerte súbita. Cuando se diagnostica de manera adecuada y temprana, se pueden aplicar tratamientos para ayudar a reducir los síntomas y el riesgo de muerte. Tal es el caso del CPAP que mejora significativamente la función cardíaca, la actividad simpática y la calidad de vida. El tratamiento puede ayudar a reducir la presión de la arteria pulmonar, aumentar la función y la capacidad funcional del ventrículo izquierdo.

Página de Refrencia: Obstructive Sleep Apnea, Cardiovascular Disease, and Pulmonary Hypertension, Pubmed.gov

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