Los aerosoles se generan al hablar, estornudar o toser, y con ello se crean millones de gotas de saliva que pueden permanecer tres horas en el aire.
Aunque se sabe que el virus se transmite en espacios confinados y cerrados, las recomendaciones oficiales generalmente no explican cómo minimizar el riesgo de transmisión dentro de los edificios, y por tanto en los ascensores. Sin embargo, se ha descrito ya en la prensa un caso de transmisión por este medio, y diferentes expertos han recomendado medidas preventivas.
El SARS-CoV-2 sigue siendo viable y puede infectar en aerosoles durante 3 horas con una disminución significativa en el título viral (de 10 3.5 a 10 2.7 TCID50 por litro de aire) similar a lo que sucede con otros coronavirus. Al hablar, estornudar o toser, estamos generando un aerosol con millones de pequeñas gotas de saliva en las que hay, en caso de estar infectados, millones de virus que pueden infectar a cualquiera que respire esas gotas. Por eso es necesario mantener distancias, al menos de un metro y medio, aunque mejor si son dos o tres.
En comparación con sus predecesores, este virus permanece estable en diferentes superficies, en un entorno de laboratorio controlado. Se puede detectar en una superficie de cobre hasta cuatro horas, en cartón hasta 24 horas, y en plástico y acero hasta 72 horas. No se pudo recuperar ningún virus infectivo ni en papel impreso ni en papel de seda después de una incubación de 3 horas, y tampoco se detectó ningún virus infectivo en madera y tela tratada el día 2.
Tampoco se detectaron virus infectivos después de cuatro días en superficies de vidrio y billetes, ni después de siete días en acero inoxidable y plástico. Sorprendentemente, el virus infectivo se detectó en la capa externa de una mascarilla quirúrgica después de siete días.
Posibles riesgos de transmisión del COVID-19 en ascensores
Al compartir ascensor, una persona infectada (ya sea sintomática o asintomática) puede infectar a otra por pequeñas gotas si no se puede mantener la distancia de seguridad. Pero para la transmisión ni siquiera es necesario compartir el ascensor: basta estar en contacto con una superficie previamente contaminada. Un experto en calidad del aire y ventilación ha llegado a asegurar que las personas podrían infectarse en los ascensores en solo unos segundos sin contacto directo.
En teoría, las gotas y superficies contaminadas se pueden evitar permitiendo solo una persona por viaje y con una buena higiene de manos. Sin embargo, si se confirman que los aerosoles transmiten la enfermedad, una persona podría infectarse a pesar de tomar estas medidas preventivas.
Medidas tales como el uso de mascarillas en estos espacios, carteles informativos con el número máximo de usuarios en cada viaje o el uso de escaleras como alternativa a los ascensores (generalmente espacios más abiertos) podrían, por tanto, reducir esta tasa de contagio en estas ciudades verticales.
Página de Refrencia: Míriam R García.Investigadora en el grupo de ingeniería de procesos, Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC) Antonio Figueras Huerta.Profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC)