Existen para las enfermedades pulmonares ejercicios simples, como caminar, realizar estiramientos, inflar globos y practicar distintas formas de respiración.
1. Caminar :
La primera recomendación, en realidad, son los ejercicios aeróbicos. El caminar es el más accesible, ya que está al alcance de casi todo el mundo, se puede realizar en casi todas partes, no requiere de ningún entrenamiento previo, no exige ningún equipamiento especial y, por supuesto, es gratis. Recuerde consultar con su médico.
2. Respiración diafragmática:
– En el acto de respirar están involucrados numerosos músculos y órganos. Cuando el que realiza la mayor parte de la tarea es el diafragma (el tejido músculo-tendinoso situado justo debajo de los pulmones) se habla de respiración diafragmática. Esta clase de respiración se puede efectuar de manera voluntaria y consciente. El trabajo del diafragma hace que se mueva también el abdomen -se hincha y se deshincha-, por lo cual este ejercicio también se conoce como respiración abdominal.
– La ejecución del ejercicio es simple. SENTADA O ACOSTADA, la persona debe colocar sus manos sobre su abdomen. Tras expulsar todo el aire posible de los pulmones, debe inspirar por la nariz llevando el aire hacia el abdomen, como si el objetivo fuera llevar las manos lo más arriba que pueda. Cuando más se hinche el abdomen, mejor: indica que más aire se ha inhalado. Se retiene el aire unos segundos, y después se exhala con lentitud.
– Al final conviene ejercer un poco de presión con las manos sobre el diafragma, hacia los pulmones, para ayudar al cuerpo a sacar la mayor cantidad de aire. También en este estado se debe aguardar unos instantes, y luego volver a comenzar. La respiración diafragmática lleva una gran cantidad de oxígeno a los pulmones y ayuda a ventilarlos y limpiarlos.
3. Respiración con los labios fruncidos:
– Este ejercicio es parecido al anterior en cuanto a que se procura una inspiración lenta y una espiración aún más lenta: el proceso de expulsión del aire debe durar el doble que el de inhalarlo. La característica principal de este procedimiento es el que le da nombre: el aire se debe exhalar por la boca, a través de los labios labios fruncidos. Es decir, se deben colocar en posición como para silbar o apagar una vela.
– La resistencia que origina el poco espacio que tiene el aire para salir fortalece los pulmones, mejora la eficacia de la respiración y ayuda a controlar las disneas, es decir, los ahogos o dificultades en la respiración.
4. Estiramientos
– Cuando el cuerpo es más elástico, la respiración se amplía. Por el contrario, cuando los músculos están agarrotados o contracturados, la respiración es más limitada, lo cual reduce también el trabajo de los pulmones y disminuye su capacidad. Por ello, el estiramiento muscular acarrea beneficios también para los pulmones, pese a no ser un ejercicio que trabaje de forma directa sobre ellos.
– Un ejercicio sencillo de estiramiento para favorecer la respiración consiste en lo siguiente: de pie, la persona comienza con los brazos verticales al costado del cuerpo. Mientras inhala, los eleva lentamente, hasta llevarlos a la altura de los hombros, de forma tal que el cuerpo quede en forma de cruz. Tras retener el aire en los pulmones durante algunos segundos, exhala -también con lentitud- mientras los brazos regresan a la posición inicial.
– Otra posibilidad es, también de pie, con las piernas un poco separadas, elevar los brazos por encima del cuerpo y tomarse las manos sobre la cabeza. Luego, inclinar el torso hacia uno y otro lado, de manera que se estiren los tejidos de los costados del cuerpo.
– El yoga y otras disciplinas trabajan con ejercicios respiratorios y de estiramiento casi a la par, ya que se benefician unos a otros. Deben efectuarse, desde luego, con mucho cuidado y poco a poco, para evitar posibles lesiones.
5. Inflar globos:
– El inflar globos es un ejercicio habitual recomendado por los profesores de canto, ya que fortalece los pulmones y los músculos que intervienen en el proceso respiratorio, y además amplía la capacidad pulmonar.
– Por otra parte, la exigencia de soplar más fuerte de lo normal puede ayudar a quitar las mucosidades de los pulmones, que en ocasiones quedan como resultado de bronquitis u otras infecciones respiratorias.
– No obstante, es fundamental tener mucho cuidado: existe una gran variedad de tipos de globos, y algunos podrían representar una exigencia por encima de lo recomendable para ciertas personas, sobre todo adultos mayores. EN ÉSTE CASO, EL RESULTADO PODRÍA SER CONTRAPRODUCENTE, YA QUE, EN LUGAR DE FORTALECER LA SALUD PULMONAR, SE PODRÍA CAUSAR UN DAÑO
Fuente: Foro EPOC España
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